Una operación que requiere un esfuerzo por las dimensiones de 4 metros de ancho por 6,14 metros de alto y 9,5 centímetros de grosor que tiene el inmueble.

 

Las obras de La Iglesia de la barriada de La Curva empiezan a entrar en su recta final tras iniciarse, por parte del Ayuntamiento de Adra, los trabajos de colocación de la puerta de acceso al templo, siendo ello uno de los últimos pasos que restaban al edificio.

 

 

La alcaldesa de Adra, Carmen Crespo Díaz, acompañada de concejales, los miembros de la Comisión para la Construcción de la Iglesia y el propio párroco, Antonio Manzano, acudía al templo para poder comprobar in-situ el resultado obtenido tras la colocación de los primeros paños de este inmueble a cargo de los operarios municipales.

Durante la visita, se ha vuelto apreciar el esfuerzo de la parroquia por dotar a su Iglesia de una puerta de acceso que tuviera grandes dimensiones, a fin de que éstas estuvieran acordes con el volumen y las dimensiones del templo que ha sido proyectado de cara al futuro. Asimismo, se pensó en este tipo de puerta para facilitar el acceso y la seguridad de los tronos en sus salidas procesionales.

Un inmueble que ha sido elaborado en madera de madera de pino Flandes o rojo y que, con 4 metros de ancho por 6,14 de largo y 9,5 centímetros de grosor, ha sido fabricada por personal del consistorio que ha acometido esta obra por administración y en base a los planos enviados por el propio Obispado en lo que a medidas y diseño se refiere.

 

La puerta se ha elaborado en dos paño grandes y dentro de la misma se encuentran dos puertas pequeñas que serán las que se utilicen de forma habitual para entrada y salida de los fieles del templo. Debido a las dimensiones de la puerta, se han tenido que elaborar, también, de forma totalmente artesanal los clavos y las bisagras de sujeción de la puerta. Los operarios, especializados en forja, han tenido que realizar a manos dichas bisagras. Una a una las han ido moldeando y dando forma al hierro. En total han sido 8 bisagras simples de 30 cm de largo y 6 dobles de 8 con 55 cm de largo las necesarias para la sujeción.

No obstante, tras comprobar el resultado parece que el esfuerzo queda atrás. Y es que, como explicaba la alcaldesa de Adra, Carmen Crespo, recientemente “hemos conseguido entre todos una puerta con una gran calidad que destaca por la madera y los detalles de forja que se nota que han sido elaborados a mano y de forma tradicional, un valor más que se añade a esta puerta que nos permitirá dar un paso más en la finalización de la Iglesia de La Curva”.

Una Iglesia que es ejemplo de lucha, constancia y trabajo de los propios vecinos de la barriada de La Curva, el párroco Antonio Manzano, el Obispado y el Ayuntamiento que desde 2006 vienen trabajando para hacer realidad la misma. Desde aportaciones económicas, ayudas, materiales hasta la realización de iniciativas y actuaciones recaudatorias. Todo ha sido poco para hacer realidad la necesidad de una barriada que llevaba años pidiendo esta Iglesia a la que cada vez le queda menos.

Actualizado ( Lunes, 14 de Noviembre de 2011 08:35 )