El Museo acoge el sábado la conferencia de Personajes Ilustres de las Alpujarras sobre José Valverde
Este próximo sábado día 23 de noviembre, el Museo de Adra será el escenario de la segunda de las dos conferencias que la ciudad de Adra acogerá durante este mes de ‘Personajes Ilustres de Las Alpujarras’, y que forman parte del programa ‘Otoño Cultural’ de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Adra. Este ciclo de conferencias están organizadas por el Instituto de Estudios Almerienses, perteneciente a la Diputación de Almería y cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Adra.
La conferencia, que comenzará a las ocho de la tarde, versará sobre la figura del abderitano José Valverde Carreño (1700-1781), sacerdote y anticuario y será impartida por el historiador y técnico del Área de Cultura del Ayuntamiento de Adra, Javier Sánchez Real.
Nacido en el seno de una familia de labradores acomodados, los padres de José Valverde Carreño compraron tierras en la vega de Adra para que hiciese capellanía y se ordenase a título de ella. Concluidos sus estudios de sacerdote, en enero de 1723 ingresó como contador del cabildo de la abadía del Sacromonte de Granada, cargo que ocupó hasta que, en 1739, volvió a su villa natal a causa de su quebrantada salud. Tras su vuelta a la ciudad de la Alhambra, en 1747 entró de nuevo en el Sacromonte para ocupar una capellanía. Las tres últimas décadas de su vida las pasó en Adra y fue enterrado en el presbiterio de su iglesia, ya que fue beneficiado de esta parroquia y de la iglesia de La Alquería, su anejo.
José Valverde Carreño también fue anticuario. Durante sus largos años de estancia en Granada entró en contacto con algunos de los anticuarios y coleccionistas. Coincidiendo con unas obras de reforma y ampliación de la Ermita de San Sebastián de Adra, hacia 1751 colocó en su portada la lápida con las huellas que la tradición local asignaba a san Tesifón y numerosas inscripciones romanas. En el origen de esta acción se encuentra el intento de legitimar la tradición de la venida del apóstol Santiago y los Varones Apostólicos, recurriendo al prestigio de los restos arqueológicos de la Abdera romana. Para apuntalar mejor su montaje, Valverde Carreño también colocó cinco lápidas apócrifas, cuyos textos aluden a la venida de Santiago a España. En definitiva, los restos, auténticos y falsos, servían para confirmar la autenticidad de un glorioso pasado sagrado.
Durante su etapa de madurez en Adra, siguió cultivando su interés por las antigüedades y la historia.